Las termitas son uno de los mayores problemas para la conservación de la madera, para combatirlas también disponemos de sistemas de tratamiento respetuosos con el medio ambiente y la salud de las personas.
Una de las formas tradicionales de lucha contra las termitas consiste en inyectar insecticidas en el suelo en torno al edificio y en los muros y paredes de este, con el fin de impedir el acceso de los termes a él. Aparte de ser un sistema ineficaz, supone un grave impacto medioambiental, ya que al estar las termitas asociadas a humedades elevadas, esta humedad favorecerá el deslavado del insecticida, que acabará en las aguas de la zona.
Para evitar el acceso de las termitas al edificio utilizamos unos films especiales que no pueden atravesar las termitas, estos plásticos llevan en su composición moléculas que afectan a las termitas impidiendo que puedan atravesarlo.
También aplicamos tratamientos mediante cebos antitermitas, que mediante un producto de acción específica consiguen la eliminación de las colonias de termitas que afectan al edificio.
Estos dos sistemas de tratamiento, aunque no pueden considerarse libres de biocidas, si que tienen un impacto medioambiental mínimo, ya que solo actuan sobre la plaga diana, en este caso las termitas y son totalmente seguros para personas y animales domésticos, ya que en el caso del film, la melécula activa esta integrada dentro de la composición del plástico, por lo que no puede transmitirse al entorno y en el caso de los cebos, como hemos indicado, utilizan un producto de acción específica (inhibidor de síntesis de quitina).