Carcoma gigante (Cerambícidos)

Insectos coleópteros conocidos vulgarmente como carcomas  gigantes.

Dentro de esta familia encontramos numerosísimas especies que ocasionan daños en  la madera, pero si nos ceñimos a las que causan daños en madera puesta en obra en la Península Ibérica, solo tenemos dos: Hylotrupes bajulus y Hesperophanes cinereus.

Además, el Hylotrupes bajulus solo ataca madera de coníferas (pino, abeto, alerce, etc.), mientras que el Hesperophaces cinereus solo lo hace con las frondosas (Roble, castaño, nogal, etc.), por lo que dependiendo de la madera que se encuentre dañada, podemos saber de cual se trata, sin necesidad de capturar un ejemplar adulto.

Los adultos son de gran tamaño, midiendo unos 2 ó 3 cm. De longitud.  Las larvas, tienen los anillos bien marcados, de  forma cilíndrica y de color blanco-amarillento. Poseen fuertes  mandíbulas que utilizan para perforar las galerías

 

Ejemplar adulto de Hylotrupes bajulus. Cuando la larva alcanza un cierto tamaño, se puede oir perfectamente el sonido que hace al ir perforando las galerías por el interior de las piezas de madera, sin la necesidad de utilizar nungún instrumento de escucha.

Su ciclo larvario (es decir, desde la puesta de los huevos hasta la salida de los adultos) puede variar entre los 3 y 15 años, dependiendo de las condiciones ambientales y del elemento atacado. Esta duración tan larga del ciclo, hace que solo se detecten los signos del ataque mucho después de haber sido contaminada la madera.

En el caso de los cerambícidos los orificios de salida son de mayor tamaño de 5 a 10 mm. Y tienen forma elíptica.

Podemos ver un ejemplo en la fotografía de la izquierda.

El serrín que dejan los cerambícidos en las galerías es muy compacto, quedando en su interior y siendo necesaria una fuerza apreciable para desprnderlo.

Carcoma común (anóbidos)

Los anóbidos son una familia de coleopteros (escarabajos), conocidos vulgarmente como carcomas. Pueden perforar la madera en estado natural o ya seca.

Se conocen unas 1800 familias de anóbidos, aunque en la península ibérica, solo 5 producen daños en madera puesta en obra.

Los anóbidos miden entre 1,5 y 9 mm de longitud. Son generalmente de color marron, pardo o negruzco. Su cuerpo es cilíndrico, y recubierto por una abundante pubescencia, que a veces forma dibujos sobre los érlitros.

La cabeza suele estar escondida bajo el pronoto.

La carcoma es la plaga más común en piezas de madera: estructuras de edificios, carpintería, mobiliario, etc. Su acción puede ser devastadora en obras de arte como tallas, retablos marcos y bastidores, etc.

Su presencia se reconoce fácilmente por los orificios visibles en la superficie y por el serrín que sale de ellos.

Las hembras ponen sus huevos en las superficies rugosas de la madera, en fendas, e incluso en antiguos orificios de salida. Después de 4-5 semanas nacen de los huevos pequeñas larvas blanquecinas y arqueadas que penetran en la madera, perforando, mediante sus potentes mandíbulas, galerías paralelas a la fibra y de sección circular, lo que hace durante la mayor parte de su vida.

En su última etapa se transforma en coleóptero; es entonces cuando para salir practica un orificio hasta la superficie. Ello suele ser en los meses cálidos del año, entre abril y septiembre. Tiene cierta capacidad de vuelo, por lo que puede depositar sus huevos en otros lugares, completando así el ciclo.

En ocasiones, la plaga parece estar latente porque no se ven agujeros nuevos, pero en realidad las larvas siguen royendo el interior.

La duración del ciclo vital varía según la especie, las condiciones exteriores (humedad y temperatura) y las propiedades nutritivas de la madera, suele ser de un año, pero pudiendo llegar hasta 3 ó 4 años.

En la imagen superior vemos un ejemplar adulto de anobium punctatum, la especie de carcoma más común en el interior de la península ibérica, en la cornisa cantábrica y atlántica es más frecuente encontrar al Calimaderus Solidus de aspecto más redondeado, similar a un grano de café, aunque de un tamaño de unos 2-3 mm.

En la imagen de la derecha vemos daños producidos por anóbidos, como se observa los orificios de salida son circulares y de un diámetro de 1-2 mm.

A la izquierda tenemos una larva de anóbido, como ya hemos indicado son blanquecinas, arqueadas y con los segmentos marcados.

Termitas

Son insectos sociales que pertenecen al orden de los isópteros.

Construyen nidos (termiteros),se alimentan de la celulosa contenida en la madera y sus derivados, la que degradan gracias a la acción de los protozoos de su sistema digestivo, con los que viven en simbiosis.

La mayor parte de las termitas viven en zonas tropicales o subtropicales. De las 3.000 especies de termitas existentes, solo unas pocas viven en climas templados. En Europa están presentes en el sur del continente, aunque con el cambio climático poco a poco están extendiéndose hacia el norte.

En una colonia de termitas podemos distinguir tres castas:

 

Obreras: Desarrollan la mayor parte de los trabajos en el nido, entre los que se pueden mencionar: la construcción y mantenimiento del nido; el cuidado y alimentación de los juveniles; alimentación de las castas que no lo pueden hacer por sí mismas, como los soldados y la pareja real; elaboración de túneles para la búsqueda de alimento; acicalamiento y limpieza de otras castas.

Soldados: se encargan de la defensa de la colonia, Se reconocen fácilmente por tener una cabeza grande y bien esclerotizada, que a veces llega a ser más grande que el resto del cuerpo.

Reproductores: dentro de ellos podemos encontrar los reproductores primarios (pareja real, rey y reina), reproductores secundarios, son capaces de sustituir a los primarios y los reproductores alados encargados de producir nuevas reinas y reyes para crear nuevas colonias. Los alados salen masivamente del termitero, normalmente a comienzos de la época primaveral, siendo de color negro para protegerse de las radiaciones solares.

La termita subterránea (Reticulitermes), de la que estamos estudiando sus distintas especies y su distribución, es la que produce daños en madera puesta en obra en la Península Ibérica, aunque cada vez están apareciendo más casos de termitas de madera seca (Criptotermes Brevis), muy habitual en Canarias.

Las termitas atacan principalmente elementos de madera con un contenido de humedad elevado. En las estructura de edificios suelen dañar los empotramientos de las vigas en los muros, lo que puede provocar su caída en poco tiempo. Suponen un grave riesgo para la estabilidad de un edificio con estructura de madera.

Para acceder desde el termitero hasta los elementos de madera, las termitas perforan galerías en suelos y muros. Cuando tienen que salir al exterior forman túneles terrosos, como el que vemos en la foto de la izquierda.

Pueden destruir totalmente piezas de madera en un breve periodo de tiempo, dejando restos terrosos en las zonas atacadas.

Para protegerse de la luz suelen dejar una capa exterior intacta, lo que dificulta su localización.

Hongos de pudrición

Los hongos de pudrición, como su nombre indica, son los causantes de la pudrición de la madera.

A pesar de haber gran cantidad de especies de hongos xilófagos de pudrición, podemos afirmar que para que puedan producir daños en la madera, esta debe tener una humedad relativa superior al 20 %.

El desarrollo de los hongos xilófagos se inicia cuando se depositan sus esporas sobre la madera. Al encontrar las condiciones necesarias para su desarrollo, germinan formando las hifas que penetran a través de  los orificios naturales de la madera, siendo su acción puramente  mecánica.

Posteriormente comienza la degradación de la madera, que ocurre por la acción de las encimas, permitiendo descomponer los  constituyentes de la madera.

Los hongos dañan la pared de las células de la madera, que es donde residen sus propiedades físico-mecánicas, por eso aún en estados iniciales de ataques, se produce una gran disminución de la resistencia de las piezas de madera.

 

Podemos distinguir tres tipos de pudrición: Pudrición cúbica o parda, pudrición fibrosa o blanca y pudrición blanda.

Esta última necesita un mayor porcentaje de humedad, por lo que suele darse en maderas en contacto con el suelo o con el agua.

Los hongos de pudrición cúbica o parda (imagen superior) atacan fundamentalmente a la celulosa, por lo que queda un residuo de lignina, que es lo que da ese aspecto mäs oscuro y en forma de cubos.

Atacan tanto el duramen como la albura de coníferas y frondosas y se desarrollan entre un 30 a 60 % de humedad.

En la pudrición fibrosa (foto de la izquierda) es atacada la lignina, al quedar restos celulósicos, la madera afectada presenta ese aspecto más claro y fibroso.

En la foto de la derecha vemos micelios, que son agrupaciones de hifas y tienen un aspecto algodonoso.

Lictidos (polilla del parquet)

A esta familia de pequeños coleópteros, se les conoce como polilla de la madera.

Los adultos son alargados, su cuerpo es aplanado y miden entre 3 y 6 mm. de longitud. La cabeza está diferenciada del tronco y se distingue a simple vista.

Las larvas son blanquecinas, con poca pilosidad y se alimentan del almidón de la madera, ya que no son capaces de digerir la celulosa.

Atacan principalmente a madera de frondosas, muy habituales en roble o fresno.

Los orificios de salida son más pequeños que los de los anóbidos, teniendo un diámetro de aproximadamente 1 mm.

El serrín que dejan es muy fino y suave al tacto, similar al de los polvos de talco.

Su ciclo dura un año, aunque en condiciones óptimas de temperatura y humedad puede acortar mucho.

Las especies de líctidos mas comunes en la península son el Lyctus Brunneus y el Lyctus Linearis

Ejemplar adulto de Lyctus Brunneus. Su coloración es pardo rojiza, Es muy común que aparezca en parquets de roble, por lo que se le conoce vulgarmente como pililla del parquet.

A la izquierda podemos ver un ejemplo de orificios de salida de líctidos, así como el aspecto que presenta su serrín.

A la deracha vemos un ejemplar de lyctus linearis junto a orificios de salida.